lunes, 31 de enero de 2011

Maratón II-Donostia 2010 (II)


Tras darle algunas vueltas al tema, hay algunas conclusiones que puedo extraer de esta mi segunda maratón. Así que allá van.

Epílogo: datos, reflexiones y digresiones
La primera es que el plan de preparación que he seguido este año, sin los largos entrenos de hasta tres horas, es efectivo. Los resultados me lo han demostrado. Ojo, esto no quiere decir que sea más fácil de seguir que el del año pasado, como ya he mencionado en la entrada anterior. Ciertamente es más intenso, más sufrido. Pero al mismo tiempo es más variado, y hasta diría que también más divertido.

La segunda es que las sensaciones engañan. O quizás sea la memoria. Comparando mentalmente las carreras del año pasado y de ésta, yo pensaba –sería más correcto decir que yo sentía- que este año había sufrido más. Que al haber tenido molestias musculares más pronto que el año pasado, me había costado más mantener el ritmo, que había terminado más agotado. Pero resulta que tengo cierta tendencia a guardar los datos y la mejor forma de verlos es mediante gráficas, que siempre me han interesado. Así pues, me he puesto a representar gráficamente el ritmo de ambas carreras, y también el pulso durante las mismas (la de ritmo hay que tomarla con cautela, porque mi pulsímetro no tiene GPS, y hay que ir marcando a mano los pasos por cada Km; y eso suponiendo que estén bien colocados en el recorrido…).



La gráfica de ritmo refleja que éste no bajó casi, se mantuvo constante hasta el final en los 4:58 de media (10 últimos Km sube un 2% repecto dell ritmo anterior), mientras que en 2009 el bajón fue anterior y más pronunciado (10 últimos Km, +6% del ritmo medio hasta entonces; 5 últimos Km +4%). De lo que concluyo que este año –en contra de mi percepción inicial- mi cuerpo ha aguantado mejor, a pesar de las molestias tempranas mencionadas (que, dicho sea de paso, mucho me temo tengan que ver con haber corrido la Behobia-SanSebastián sólo dos semanas antes).

Y la gráfica del pulso corrobora esta idea, porque en los últimos Km. subí de pulsaciones al final, cosa habitual por el cansancio acumulado (+4% y +6% los 10 últimos Km. y los 5 últimos Km., respectivamente, del pulso hasta entonces). Mientras que el año pasado ni siquiera pude subir las pulsaciones. No fui capaz. Creo que esto es señal de que estaba agotado, de que mi cuerpo no tenía reservas suficientes, estaba fundido (en los 10 últimos Km, -1% con respecto al pulso medio anterior). Pues sí que acabé mal, sí. Pero el paso del tiempo distorsiona los recuerdos.


Otra conclusión es que el pulso medio ha sido más alto este año. Yo pensaba que un entrenamiento más intenso me haría correr más rápido, pero a pulsaciones similares o más bajas que las del pasado año (154 latidos/minuto de media). Pero no, lo que se ve es que lo que me ha permitido es mantener este año un esfuerzo más intenso durante toda la carrera (159,4 de media). No es mucha diferencia (3,5%), pero desde luego es un aumento.

Y hablando del corazón, una curiosidad que me asaltó es cuántos latidos necesité para acabar cada carrera. Si medimos el esfuerzo en función de los latidos que me cuesta llegar a meta, ¿cuándo fue mayor el esfuerzo? Al haber corrido más rápido, pero durante menos tiempo ¿habrá trabajado mi corazón este año más o menos que el año pasado? Bueno, pues no hay más que multiplicar. O ver la gráfica. Y la respuesta es que…menos (33.400 frente a 36.300, un 8% menos). Es curioso que si representamos los latidos en ambas carreras por Km., siempre gana la maratón de 2009. En cambio, si los representamos por tiempo, la pendiente es casi la misma (ése 3,5% que decía antes) pero la media hora extra que necesité en 2009 para acabar es la que hace la diferencia.

Bueno, pues esta maratón se acabó. Han sido 17 semanas intensas, 68 días de entrenamiento. He fallado lo justo (creo que 8 días, un 12% del total, pero casi siempre en entrenamientos de baja intensidad) a veces por agenda, a veces por lesiones, a veces por cansancio. Pero me ha ido bien al final. Han sido 71 horas de puro correr, sin contar previos, estiramientos, duchas y demás; 730 Km en total, a una media de 42 Km. (curiosa cifra, ¿eh?) semanales.

Paseo del Sena, frente a Notre Dame
Todo empezó en Agosto en Orio, y maduró y acabó en Algorta. He llevado mis Adidas en la maleta a todos los viajes, y en todos lados he sacado algo de tiempo para entrenar. Ya se ha convertido en una forma más de hacer turismo: recorrer las calles de las ciudades que visito a primera hora de la mañana, cuando sólo te cruzas con los barrenderos, con los que madrugan para ir al trabajo, con los tenderos que preparan el género. Me da una perspectiva diferente de los lugares que visito, y veo sitios que de otra forma seguramente no conocería. Paris y las inacabables riberas del Sena; los alrededores de Disney, que son ideales para un paseo pero se quedan cortos para entrenar; Chipre y el calor sofocante aún a primeras horas de la mañana; Oulu, con sus innumerables islas, canales y puentes, sus paseos y sus nieblas matinales; Rzeszow con sus paseos y sus edificios de arquitectura del este.
Ruinas romanas de Kourion, Chipre

Yo ya no tengo más remedio que ir a por la tercera, no hay vuelta atrás. Me quedó claro que esto iba en serio cuando caí en la cuenta de que tenía un cajón reservado sólo para mis camisetas de correr... Un paso a todas luces definitivo. Además, he notado que mis rodillas me vuelven a doler ahora que estoy descansando activamente. Durante las semanas de entrenamiento ni las sentía. Siempre me sorprende lo que puede aguantar el cuerpo cuando le exiges. Ahora que corro bastante menos, miro a veces el cronómetro jadeando y no puedo creer que pudiera aguantar a un ritmo bastante más rápido 42 kilómetros... Mientras tanto, ahí va una foto como homenaje a la bebida oficial de la temporada (igual el paso de la cerveza 0.0 al Isostar ha supuesto más de lo que suponía)

Playeras, camiseta y bebida "oficial" de 2010
¿Por qué una maratón?
Y todo esto, ¿por qué? Una carrera que necesita, sólo para poder acabarla, de un entrenamiento serio durante varios meses. Una carrera que, aún así, lleva al cuerpo al límite de su resistencia. Una prueba que, con un final feliz, te deja agotado y con secuelas físicas para varios días...¿Por qué corre alguien una maratón? 

Pues, precisamente por todo eso. Porque está ahí. Porque si fuera fácil, no tendría sentido.  Porque es un reto, físico y mental. Porque queremos ver si somos capaces de superalo. Porque, aunque sea algo a lo que dedicamos nuestros ratos de ocio, aunque no se trate de algo verdaderamente serio, en esos minutos que dura la carrera te sientes verdaderamente vivo.

Pero mejor que yo lo explica Murakami en su libro De que hablo cuando hablo de correr, que para eso es escritor. Yo no había leído nada suyo cuando cayó en mis manos el libro, pero me han recomendado sus novelas. En el libro, que es un repaso parcial de su vida con relación a la afición de correr diariamente, habla de por qué empezó a correr, de lo que obtiene a cambio, del porqué de esa necesidad, de los paralelismos que tiene su oficio de escritor con su hobby de corredor...

No me parece un libro excepcional, pero sí interesante, sobre todo para alguien que también corre, aunque en menor medida que él (correr en serio significa para Murakami hacer unos 60 Km. semanales, cifra que sólo he superado una vez este año). De hecho, te hace pensar un poco sobre los motivos del correr. Yo corría, cierto, pero tampoco me había parado a pensar en el porqué. Corría y punto. Él sí reflexiona, y hay veces en que te abre los ojos. Hay cosas en las que no coincido con él, como en la disciplina de correr por la necesidad de cuidarse físicamente; o en que es una actividad ideal dado que nunca se ha sentido cómodo en los juegos de equipo; o en que escucha música mientras corre (él habla de no mezclar la música con la tecnología como razón para no comprarse un ipad; yo no mezclo la música con el correr, por el momento). En otras, en cambio, sí estoy de acuerdo, como cuando se define como de sociabilidad baja,  "de los que prefieren estar solos". Correr sólo y en silencio una hora cada día es para él como una terapia, un espacio propio que sirve precisamente para aislarse, para no pensar en nada más. ¿Será por eso que nos gusta correr también? El silencioso japonés -como le llama Darío Vico en su atículo de Corricolari-, que se autodefine como un corredor mediocre, habla un poco por todos nosotros.

Pero lo mejor para mí son las reflexiones sobre el hecho de correr y la dureza de las maratones. Así, está claro que un corredor de fondo popular no corre para ganar, sino para mejorar con respecto a ayer, para cumplir un objetivo personal. La motivación para correr un maratón nunca es externa, sino interna, lo que se podría también aplicar al arte de escribir novelas. Y las preguntas, que son tan importantes como las respuestas, van dirigidas tanto al corredor como al escritor: 
"¿Hasta dónde debo esforzarme?¿Cuanto descanso es necesario y cuánto excesivo? ¿Hasta dónde llega la coherencia y a partir de dónde empieza la mezquindad? ¿Cuánto debo fijarme en el paisaje exterior y cuánto concentrarme e mi interior?¿Hasta qué punto debo confiar en mi capacidad y hasta qué punto dudar de ella?"
Las sensaciones que describe que sufrió en una ultramaratón de 100Km son espeluznantes (lo que no me extraña en absoluto; yo con mi maratoncillo tengo ya bastante). Llega a un punto en que corre casi metafísicamente, donde no siente ya el dolor, ni el propio cuerpo: "ya no necesité más hacer el esfuerzo de no pensar en nada". Lo resume todo en un "corro, luego existo". Ahí queda eso.

Entre sus páginas pueden encontrase algunos de los motivos que llevan a correr maratones. Como disfrutar de las cosas que no se expresan en cifras; no competir contra el cronómetro, ni contra el paso del tiempo, que nos hace perder facultades a partir de cierta edad. Como ser partícipe de ese "cálido sentimiento común", de participar en un ceremonial junto con otras muchas personas. Hablando sobre el motivo de las pruebas de maratón y triatlón en que ha participado, dice:
"Precisamente porque son duras, y porque nos atrevemos a arrostrar esa dureza, es por lo que podemos experimentar la sensación de estar vivos, al menos de manera parcial. Y, a veces (si todo va bien), podemos aprender que lo que de veras da calidad a la vida no se encuentra en cosas fijas e inmóviles, como los resultados, las cifras o las clasificaciones, sino que se halla, inestable, en nuestros propios actos".
Bueno, después de ésto no puedo decir más. Habrá que comprarse alguna novela de las suyas.

4 comentarios:

  1. Plas plas plas, muy buenas las 2 entradas, entiendo que este año repites, no?

    te recomiendo:

    http://www.youtube.com/watch?v=B8vDzHm4t44&feature=player_embedded

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  2. Buena entrada, sí, sobre todo después de que se acaban las cifras. Murakami explica muy bien por qué corre, y es muy convincente, pero cuando te preguntan por ahí no sale tan fácil.
    ¿Así que ya tienes un cajón sólo con camisetas de correr? Espera a tener tres y medio, a ver si te echan de casa o qué...

    Gracias Txipiron por el enlace. Debe ser corredor este Marciano Durán, da en el clavo tantas veces...

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  3. Muy bueno, Txipi

    "Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.
    Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.
    Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar."

    Hay otro hecho por www.correconnosotras.com basado en el texto pero con fotos muy bonitas:
    http://www.youtube.com/watch?v=Q0Q-fP_p1uc&feature=related

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  4. Hola Iñaki, me alegra que te gustara el vídeo de las fotos de Rodrigo Vallina y texto de Marciano Durán. La verdad es que yo para la informática soy negada, y quedó un poco chapucero, pero está hecho con el corazón para mi amigo Rodri, qeu no corre pero siempre está ahí en todas las carreras.
    Yo por el momento parece que estoy saliendo de la larga lesión, y ya estoy trotando algo. Mi sueño, correr algún día la Behovia...
    Si conoces alguna chica que le guste correr y quiera contarnos sus experiencias con una crónica estaremos encantadas de publicarla en nuestro pequeño "periódico runero".
    Te sigo por aquí.
    Un saludo, Tortu.

    Hola Zigor,
    Marciano Durán sí es corredor. Puedes ver una foto suya corriendo en http://www.correconnosotras.com/2009/12/esos-locos-que-corren-marciano-duran.html

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