martes, 1 de marzo de 2011

Miedo escénico

Estás a punto de hacer una presentación importante . La gente va entrando en la sala. Tu jefe se sienta enfrente. Los clientes importantes están en segunda fila. El presentador anuncia tu nombre y caminas hacia la tarima. Según te acercas, sientes cómo el corazón te late desenfrenadamente. Un nudo en el estómago, las manos te tiemblan al coger las hojas. La boca seca, empiezas a hablar y te tiembla la voz, te falta el aliento a la vez que te pones rojo. Bienvenido al club.

No es que sea autobiográfico, pero casi. Lo he copiado de un artículo de la Harvard Business School Press: Coping with Stage Fright, de John Daly e Isa Engleberg. La buena noticia es que les pasa a casi todos. Es una reacción natural, normal e incluso beneficiosa. Se trata de la misma reacción (fight or flight) que sentían nuestros ancestros ante una situación de peligro, de vida o muerte: luchar o correr. Ante una situación de estrés, el sistema nervioso simpático nos llena de adrenalina.