lunes, 30 de abril de 2012

Clase de fútbol: el pase

Voy a hablar de fútbol.

Que conste que tiene nada que ver con que recientemente el Athletic haya jugado y perdido dos finales en quince días. Se trata de que que, mirando en el disco duro, he re-descubierto algunas clases teóricas que escribí hace muchos años.

En aquella época jugábamos a Fútbol Sala en la empresa, campeonatos internos y alguno inter-empresas. Éramos más jóvenes, con diversa capacidad técnica y física, unidos más que nada por las ganas de jugar y el departamento al que pertenecíamos. Y creo recordar que algún año ganamos.


Así que me decidí a escribir unas reflexiones sobre el juego, que circulé entre los de mi equipo. Los Old Backs, nos llamábamos (lo de Old porque éramos el equipo más veterano, y lo de Backs, pues supongo que para ver si se nos contagiaba algo de los legendarios All Blacks neozelandeses). Suena algo pretencioso, sí. Pero es que yo sería de los pocos que había jugado en serio a fútbol -aunque fuera en juveniles- y pensaba que algo de teoría hacía falta para mejorar nuestro juego. Además, de alguna forma ya hacía el papel de entrenador o mánager (¿precursor quizás del Project Mánager actual?) y se ve que ya me daba por escribir tonterías (precursor de eso mismo).

Últimamente me he topado con algunos ejemplos de artículos técnicos en la web (véase soyentrenadorde futbol.com que contiene uno titulado, casualmente, El pase, webs como futbol-tactico.comentrenadordefutbol y otras). Porque jugar, lo que es jugar...lo más cerca que estoy de ello es en los entrenamientos de mi hijo.

Aquí va una de las clases. Aunque cambiaría varias cosas y probablemente el estilo, lo fundamental creo que está bien. Así que voy a ser fiel al original de 1993 (¡Dios!). Con perdón.

El pase: cómo, cuándo, dónde,  recepción

El pase es un elemento fundamental del juego, sobre todo de ataque. Con un pase podemos sortear un contrario, o varios, y  dejar el balón a un compañero mejor situado. Es importante dominar en lo posible la técnica del pase, tanto para darlo como para recibirlo.

El pase al hombre ha de ser más bien fuerte que suave, lo que permite que llegue a su destino lo antes posible, sin dar tiempo a los rivales a interceptarlo o colocarse. Hay que tener en cuenta que normalmente el receptor estará desmarcado muy poco tiempo antes de que lo vuelvan a marcar, y por eso es importante dar el pase CUANTO ANTES y como es debido. El pase ha de ser raso siempre que sea posible, es el camino más corto al pie y es más fácil de controlar. Si el pase es al hueco, habrá que dar la fuerza justa para que nuestro compañero llegue al balón antes que un contrario o de que salga fuera.

Además de la potencia del pase, es muy importante su dirección. Una vez decidido el pase, hay que hacer un esfuerzo por pasar el balón con la máxima precisión posible. Un desvío de un metro puede obligar al receptor a controlarlo en posición forzada, hacerle perder velocidad, cambiar la dirección de su movimiento o perder un tiempo y una posición preciosos. Esto es cierto sobre todo en los pases comprometidos, cuando el compañero está marcado de cerca. Cuando el receptor del pase se está moviendo, dar el pase un poco adelantado para que no tenga que pararse o retroceder a controlar el balón. Incluso en nuestra zona defensiva, intentar no dar un pase que haga retroceder al compañero, pues eso implica perder la posición y el tiempo al controlar el balón. Por último, si se trata de una asistencia -un pase de gol- es importante pensar en cuál es el pie bueno de nuestro compañero, e intentar dirigir el balón hacia él. En la mayoría de los jugadores, es mucha la diferencia al controlar o chutar un balón con el pie derecho y con el izquierdo.

Tan importante como la técnica del pase es darlo en el momento adecuado. ¡Cuántas jugadas se malogran por no dar el pase en el momento justo!. Las razones para hacerlo así son en parte las mismas que las del párrafo anterior, pero hay otras. Sobre todo al comienzo de la jugada, nada más robar un balón, un buen pase permite avanzar muchos metros, y pillar al equipo rival adelantado y sin colocación. Además, cuando el rival pierde el balón, es normal que más de un jugador contrario intente recuperarlo inmediatamente. En ese momento, un pase que traslade el balón a un compañero en otro punto del campo permite no sólo zafarse del acoso, sino dejar a esos jugadores descolocados. Y no es necesario que sea un pase hacia delante, incluso un pase corto hacia atrás es muy conveniente para facilitar el contraataque. Siempre es más lento llevar el balón mientras se corre que dar uno o varios pases rápidos.

El buen control del balón es la culminación de un pase. Sin un control adecuado, la jugada puede ralentizarse excesivamente, o en el peor de los casos, el balón puede perderse. Lo normal es parar el balón con la parte interna del pie, sin colocar el pie tan fuerte que el balón rebote mucho, ni tan suave que se nos quede debajo. Ha de quedar a un paso de distancia.